Historia
A lo largo de su historia, el jazz ha pasado de ser una simple música de
baile popular a una compleja forma de arte reconocida y celebrada en todo el
mundo.
Paralelamente a dicho progreso, han cambiado también las actitudes hacia
esta música: en 1924 un periodista del New York Times se refería a ella como "el retorno de la
música de los salvajes", mientras que en 1987 el Congreso de
los Estados Unidos de América declaraba al jazz como un "destacado modelo de expresión
individual" y como un "excepcional tesoro nacional".
Medio siglo después de la fundación de la ciudad de Nueva Orleans en 1764, Francia la cedió a España para después, en 1801, recuperarla hasta 1803,
momento en que pasó a ser parte de Estados Unidos como consecuencia de la compra de la Luisiana. Por ello, los franceses y españoles, junto a alemanes, italianos,
ingleses, irlandeses y escoceses contribuyeron ampliamente a la escena cultural
de la ciudad. Los habitantes de raza negra eran también diversos, siendo muchos de ellos
fundamentalmente de la zona occidental de África o Caribeños. Es en este heterogéneo contexto cultural
donde tiene su origen la aparición de estilos musicales tan diversos como el
jazz, la música cajun, el zydeco o el blues.
El jazz ha marcado más que ninguna otra
tendencia el desarrollo de la música del siglo XX. Sus características más
peculiares son:
Características
- El jazz se basa en la improvisación y no en la interpretación fiel de una obra escrita, como sucede en la tradición clásica europea. El músico de jazz crea en el momento en que actúa, la improvisación es la base de su arte, de modo que dos interpretaciones distintas de un mismo tema son dos obras diferentes.
- Superposición de ritmos regulares e irregulares, con la utilización de notas a contratiempo y síncopas. Ambas consisten en una alteración del ritmo, se trata de acentuar una parte débil del compás,pero mientras que la síncopa continúa en la parte fuerte, las notas a contratiempo terminan antes de comenzar la parte fuerte siguiente.